Si Juno McGuff cambiara el SunnyD por café Starbucks
El siempre duro inicio en la jungla del instituto como metáfora de la introducción en la vida adulta. Expectación constante, permanente descubrimiento. Errores, pisotones, apariencias. Anhelo de integración, soledad entendida como falta de pertenencia a un grupo. Y amor, siempre amor. Así retrata la vida de un “raro” adolescente Stephen Chbosky en su segunda incursión detrás de las cámaras, escribiendo la adaptación de su propio y homónimo best-seller autobiográfico, The perks of being a wallflower.
Marginados interesantes, marginados con personalidad y buen gusto. Marginados diferentes, al fin y al cabo…O que pretenden serlo. Tras un interesante planteamiento, que prometía tomar el relevo de la adorable Juno (Jason Reitman, 2007), el relato deriva en un apaño hipster de pretenciosa profundidad, que recorre los mismos derroteros sobreexplicativos y carentes de sutileza presentes en aquellas historias de las que tan alejado quiere mostrarse, no dudando en recurrir a manidos atracos lacrimógenos con los que asaltar a la audiencia.

Nota: 6.
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